
Mi esperanza está en lo que jamás vio ojo alguno. No me permitas , pues, confiar en recompensas visibles
Mi esperanza está en lo que el corazón humano no puede sentir.
No me permitas, pues, confiar en los sentimientos de mi corazón.
Mi esperanza está en lo que jamás toco mano alguna.
No me permitas, pues, confiar en lo que puedo aferrar con mis dedos
Hazme confiar en tu misericordia, no es mi mismo.
Hazme esperar en tu amor, no en la salud ni en la fuerza, ni en la habilidad, ni en los recursos humanos.
Si no confío en ti, todo servirá para mi destrucción.
Si confío en ti, todo lo demás será para mí fuerza, salud y sustento; todo me conducirá al cielo
Thomas Merton
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