Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa es mi alegría y mi refugio.
Es mi consuelo en las noches oscuras y mi esperanza en la tormenta.
Ella nos dio un regalo diseñado en el Cielo, La Medalla Milagrosa. Tiene todo lo que es María: su belleza, su bondad, su amor, su entrega, el cuidado de sus hijos. En ella aparecen las doce estrellas de las que habla la Biblia rodeando los Corazones de Jesús y de María, la Cruz y debajo la M de María y de Madre. En ella podemos leer: «¡Oh María sin pecado concebida!, rogad por nosotros que recurrimos a Vos». Repetida esta oración muchas veces es una meditación que nos ayuda a vaciarnos de nosotros mismos.