Guarda el silencio del amor y de la contemplación de este misterio tan grande que es la presencia de la Santísima Trinidad en ti. Déjate llevar por el Espíritu ( Juan 3 :8) a lugares y momentos que no te puedes ni imaginar. Acoge con devoción por donde te conduce porque es la salvación para ti. No tropezarás jamás con tal guía de tu vida, porque Él es la sabiduría y te hará saborear la vida en plenitud. Déjate inundar de su alegría vital y sé como el surtidor que inunda a todos los que te rodean.
Avanza hacia Mí en tu interior. Abrázate a Mí y reniega siempre del mal. Si vives así tienes garantizada la vida eterna en salvación.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con todos nosotros.