La respuesta

Hace mucho tiempo, en una tarde sofocante y húmeda, un viajero solitario deja atrás la seguridad de una amurallada ciudad medieval. Cuando apenas ha recorrido un kilómetro y medio desde las puertas de la ciudad, vislumbra a lo lejos a tres hombres que lentamente caminan hacia él. Cada uno de ellos empuja una carretilla llena de ladrillos hasta arriba.

Cuando se cruza con el primero, el  viajero pregunta:  “¿Qué hace usted?”. Molesto por la innecesaria pregunta, el hombre, cansado y sediento responde: “¡Empujo esta carretilla llena de ladrillos!”.

Cuando se cruza con el segundo de los hombres, le hace la misma pregunta. Sin embargo la respuesta que recibe es distinta: “¡Tengo mujer e hijos que necesitan comer y he de trabajar para alimentarlo!”.

Sigue caminando y cuando llega a la altura del tercero de los hombres, le pregun- ta:“¿Qué hace usted?”. El hombre se detiene, descansa un momento y mira a su interlocutor. En sus ojos ve el viajero algo más que fatiga y hastío. Descubre una chispa de orgullo y dignidad… “¿Que qué hago?”: ¡Construyo una catedral!

  • Imagínate que Dios es ese viajero solitario que te sale al encuentro, te saluda y te pregunta: “¿Qué haces?” (con su carretilla-su vida… en estos precisos momentos, en estas circunstancias concretas de vocación, trabajo, edad…-) “¿Que qué hago?”.
  • Dialoga con Dios y disponte ante Él para iniciar esta experiencia de Ejercicios… y pídele que te conceda la gracia de vivir “con coraje”, con “ilusión” tu vida y aquello que Él te pida que construyas con ella…

                                                      De Ejercicios Espirituales Online. Itinerario 5 Ficha 1

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