Hoy 10 de octubre, es el CVIII aniversario del nacimiento en San Juan de Ortoño del P. Francisco Reino Salaño, Sj,.
Alguien preguntó que había hecho de extraordinario Francisco Reino SJ.
No hizo nada extraordinario: vivir y hacer vivir el Evangelio. Mejor aún ser evangelio viviente. Un testimonio de vida, pobreza evangélica, humildad, servicio amor a Dios y a los pequeños, pobres y desheredados.
Fue buen párroco, después de 76 años que salió de Noguerosa, siguen recordando su vida, su entrega, santidad, desprendimiento, intercesión por los necesitados, de dar, compartir desde sus calcetines, pantalones, su comida…, a todo al que llamaba a su puerta, etc…
Sus años acompañando, dirigiendo y discernido. la vocación y llamada de Dios y su Voluntad, desde el respeto, acogida y libertad de las personas! Ayudando desde la cercanía y delicadeza a que cada uno encontrase su camino.
Su paso por los seminarios de Ourense y Santiago y su dedicación en Comillas-Santander y Madrid, han dejado huella en muchos Sacerdotes y laicos, que después de 60, 50, 40, 25 años, seguimos viendo en el un hombre de Dios, olvidado de si y entregado al anuncio del Evangelio sin artificios, desde el estar, orar, acompañar, servir, dándose todo a Dios y a los Hermanos, no reservándose nada para sí. Dios y su Reino, eran su único motor!!
Estar y tomar partido por el pobre, el caído, el que no cuenta, con una gran capacidad de escucha y discernimiento de espíritu!
¡Un santo sacerdote, santo, sin adelantar el juicio de la Iglesia!!
No fundó nada …
No destacó en nada…
No llamo la atención por nada…
No escribió nada…
Ministerio Penitencial, Dirección y Ejercicios Espirituales, ahí está su vida y su entrega…!!!
Unidos en la oración y extensión del Reino.