Elige callar tú y hablará Dios
Elige, pues, una de dos.
Callar tú y hablará Dios
o hablar tú para que Él calle.
Debes hacer silencio.
Entonces será pronunciada
la palabra que tú podrás entender
y nacerá Dios en el alma.
En cambio, ten por cierto
que si tú insistes en hablar
nunca oirás su voz.
Lograr nuestro silencio,
aguardando la escucha del Verbo,
es el mejor servicio
que le podemos prestar.
Si sales de ti completamente,
Dios se te dará en plenitud,
porque en la medida que tú sales, Él entra.
Ni más ni menos.