Stabat Mater Dolorosa

Dolida estaba la Madre
llorando junto a la cruz
mientras el Hijo colgaba.

ESPADAS

La incertidumbre

del «Hágase» sin reservas.

No los «hágase» a medio gas,

los que vienen con peros

los que traen condiciones.

La intemperie de un pesebre,

pobre cuna de paja para un niño.

La inocencia perseguida

por el odio de quien,

en su hambre de poder,

elige el dolor ajeno.

La añoranza del hogar

en tierra extraña.

Las palabras difíciles

en el hijo reencontrado.

La murmuración de quienes,

en el muchacho

hecho hombre

solo quieren ver un fraude.

La condena al inocente.

El dolor de un amor crucificado.

El cuerpo inerte,

al que te aferras

en último abrazo .

La losa que ciega una tumba

habitada por la muerte.

¿Siete espadas?

Muchas más,

que no han de tener,

en tu vida,

la victoria.

José María Rodríguez Olaizola

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