
Párrafo de una carta de Benedicto XVI del 6 de Febrero de 2022
Pronto me enfrentaré al juez definitivo de la vida.
Aunque pueda tener muchos motivos de temor y miedo al mirar hacia atrás en mi larga vida, me alegro, sin embargo, porque creo firmemente que el Señor no sólo es un juez justo, sino también el amigo y el hermano que ya ha sufrido Él mismo por mis defectos y es, por tanto, como juez, también mi abogado.
Ser cristiano me da amistad con el juez de mi vida y me permite atravesar con confianza la oscura puerta de la muerte.
A este respecto, no dejo de recordar lo que nos dice Juan al principio del Apocalipsis:
Él, poniendo su mano derecha sobre nosotros, dice: “¡No tengas miedo! Soy Yo…”.
Carta de Benedicto XVI.
8 de febrero de 2022.