Mi corazón es pobre

Mi corazón es pobre, Señor, yo me siento de barro;
soy como una arcilla abandonada que espera las manos del alfarero. Pon tus manos, Señor, y tu corazón, en mi miseria, y llena el fondo de mi vida de tu misericordia.
Protege mi vida. Sálvame. Confío en Ti.
Quisiera decirte lo que eres para mi: eres mi Dios, tú eres mi Padre, me quieres.
Te estoy llamando todo el día. Concede alegría a quien quisiera ser tu amigo.
Protege mi vida. Sálvame. Confío en ti.
Me callo ante tu presencia, porque conoces lo íntimo de mi vida. Aquí estoy, Señor, como arcilla fresca esperando ser modelada por tus manos misericordiosas. Protege mi vida. Sálvame.
Confío en ti.
Que mi corazón, sin dividirse, sea todo tuyo.
Te doy gracias de todo corazón, Señor, Dios mío.
Me has salvado del abismo profundo y he experimentado tu misericordia.
Me has librado de los lazos de la tentación y he experimentado tu misericordia.
Me has hecho revivir, volver al camino, y he experimentado tu misericordia. Protege mi vida. Sálvame.
Confío en ti.

De Ejercicios Espirituales Online. Itinerario 5, ficha 6.

 

Esta entrada fue publicada en Reflexiones y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.